Durante FiSahara 2009 se produjo el inicio de un sueño que se venía persiguiendo desde aquel primer taller de formación que Jordi Abusada y compañía impartieron en la II edición del festival en 2005. Era el sueño de que lxs propixs saharauis pudieran utilizar el cine para contar sus propias historias, para que dispusieran de los medios y conocimientos suficientes para ello. Pues bien, fue en esta VI edición cuando se realizó el anuncio oficial del inicio de la construcción de la Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh.

La ministra de Cultura, Khadidja Hamdi, supervisa los trabajos al inicio de la construcción.

El objetivo primordial de aquella escuela era “la preservación y difusión del cine en los campamentos de refugiadxs saharauis, así como la formación de jóvenes saharauis en las disciplinas del cine y televisión“, tal y como reflejaba la documentación con la que se consiguió el apoyo de AECID. Comenzaba a verse la luz después de muchísimas horas de trabajo, interminables jornadas de nuestro técnico José Aparicio ante la pantalla del ordenador para solicitar ayudas, realizar justificaciones, cumplir con todos los trámites burocráticos para que aquella empresa llegara a buen puerto.

El campamento de refugiadxs 27 de Febrero fue el lugar escogido para que una constructora saharaui comenzara los trabajos aquel año, después de haber sido la adjudicataria del proyecto de entre cinco ofertas presentadas. El festival de cine no sólo sirvió para realizar aquel anuncio oficial, sino para ir preparando el material didáctico y los sistemas de evaluación, una tarea ardua en la que participaron muchas personas, entre las que destacamos a Roberto Lázaro y Omar Ahmed.

Evolución de la obra de la escuela de cine en 27 de Febrero.

Los talleres habían sido una gran idea. En 2009 ya se percibieron sus frutos y, como veíamos ayer, se proyectaron cintas realizadas íntegramente por saharauis.Todas y todos dejábamos entonces la mente volar pensando en todo cuanto se podría hacer una escuela estable, con evaluaciones durante todo el año y con la posibilidad de albergar a estudiantes de todos los campamentos.

Rueda de prensa en la que Roberto Lázaro (de blanco, el primero en la mesa) y Omar Ahmed (de pie) anunciaron el inicio de la construcción de la escuela (D.Bollero)

Era la constatación de que FiSahara nació por, para y dentro del pueblo saharaui, que ahora iba a disponer de su propio altavoz. La ministra de Cultura, Khadidja Hamdi, había asegurado en la inauguración, en la que calificó al FiSahara de “ventana solidaria”, que el séptimo arte es una “herramienta imprescindible en la cultura de cada país” ya que “forma y sensibiliza” al ser humano. Ahora, el pueblo saharaui iba a tener esa herramienta a su alcance en los campamentos.

FiSahara_ElPeriodico2009

 

Tras su viaje a FiSahara, escribía Manuel Vicent en El País que “en cualquier desierto hay dos caminos: uno lleva a la estética y otro a la moral. En el fondo del Sáhara ambas sensaciones del espíritu se funden con el destino agónico de estas gentes, que no tienen otra oferta, otra dádiva que la de resistir. Allí el tiempo es la misma cosa que la arena. Y qué razón tenía.

El plazo previsto para la finalización de las obras era de nueve meses, pero las dificultades que asaltaron al proyecto por el camino (logística, financiación…) demoraría algo más el proceso, confirmando la visión de otro de los invitados en aquella edición, Sergio Peris-Mencheta, que explicaba en ABC que “el sol pega sin piedad y la paciencia del ‘occidentalito de a pie’, lejos de consumirse y provocar la inevitable queja, se mantiene sorprendentemente intacta. Me siento como un estado de ‘conciencia alterada’: el tiempo no me importa tanto y aquí el tiempo parece que se ha parado. La EFA Abidin Kaid Saleh se haría realidad. No sería ese año, que tan sólo comenzó a cobrar vida, pero llegaría; aquella primera piedra se asentó tan sólidamente como firmes fueron los pasos hasta llegar a ella… y tendremos ocasión de contarlo.