Lo llaman “la rueda de las represalias”. Se trata de una serie de tácticas empleadas por Marruecos que van escalando en intensidad, con la violencia de género en su epicentro, para aterrorizar, avergonzar y aislar a mujeres activistas saharauis en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos. Y para lograr su objetivo de eliminar a las mujeres saharauis del activismo público, Marruecos utiliza el arma más eficaz contra ellas: su propia cultura.

La «rueda de represalias» forma parte de un nuevo informe titulado Resiliencia en la Resistencia escrito por cuatro defensoras de los derechos humanos bajo la ocupación marroquí y publicado el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El informe analiza cómo Marruecos utiliza una combinación de medidas represivas (estrangulamiento financiero, difamación, arresto arbitrario, acoso y agresión sexual, y violación), que se retroalimentan entre sí para obligar a las mujeres a abandonar su activismo.

Consciente de que la conservadora sociedad saharaui todavía está dominada por el patriarcado y gobernada por valores que incluyen el honor familiar, Marruecos multiplica el impacto de los abusos explotando estas normas, lo que además agrava el impacto psicológico y social de la represión e incrementa su efectividad. La violencia sexual, que incluye la violación y el acoso, se utiliza como arma de control, infligiendo graves daños físicos y emocionales y silenciando a las mujeres mediante el miedo y el estigma.
Para mayor eficacia, Marruecos amplía esta represión contra los familiares masculinos para que presionen a las mujeres a que se retiren. Estas tácticas sistemáticas y calculadas de Marruecos tienen graves consecuencias para la participación femenina en el Sáhara Occidental.

Estas violaciones se producen en el contexto de la ocupación militar de cinco décadas por parte de Marruecos del Sáhara Occidental, territorio que las Naciones Unidas consideran no autónomo y que está pendiente de su descolonización mediante un referéndum de autodeterminación. El Sáhara Occidental, al que Reporteros sin Fronteras califica de “agujero negro informativo” y algunas organizaciones de derechos humanos de Estado policial, está cerrado a los observadorxs externxs, lo que aumenta la vulnerabilidad y el riesgo a los que se enfrenta el pueblo saharaui cuando intenta defender sus derechos humanos y reclamar su derecho a la autodeterminación.

 

Aunque informes anteriores han detallado una amplia gama de tácticas de represión y violencia de género por parte de Marruecos contra las mujeres saharauis, Resiliencia en la Resistencia pone su foco en un tema que no se aborda a menudo: cómo Marruecos utiliza las tradiciones saharauis y sus normas conservadoras como arma contra las mujeres saharauis a través de la violencia sexual y de género, y cómo estas tácticas de división han demostrado ser devastadoras no sólo para las víctimas sino para todo el pueblo saharaui.

Marruecos, aliado histórico clave de Occidente que actualmente preside el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ha forjado cuidadosamente una imagen pública de democracia moderna respetuosa de los derechos humanos y de las mujeres. El informe desenmascara la verdadera naturaleza de Marruecos como violador de los derechos humanos que ataca específicamente a las mujeres.

«Este informe, que surge bajo el peso de la ocupación y el bloqueo, amplifica las voces de las mujeres saharauis, destaca nuestras luchas colectivas y lleva nuestras historias al mundo», afirman las autoras, El Ghalia Djimi, Mina Baali, Mahfouda El Fakir y Nasrathoum Babi, que han sufrido décadas de represión. Entre ellas hay ex presas políticas, incluida una víctima de desaparición forzada. Todas ellas han sufrido detenciones arbitrarias, asedios a sus domicilios y violencia de género.

Las autoras añaden: “La razón por la que las tácticas de Marruecos funcionan es porque esto es un tabú en nuestra sociedad. Por eso hoy decimos: es hora de romper el silencio e iniciar un diálogo en nuestra comunidad para que Marruecos ya no tenga el poder de avergonzarnos. Es Marruecos el que debe ser avergonzado por su violencia misógina contra las mujeres saharauis”.

El informe da voz a todas las mujeres saharauis bajo ocupación y presenta varias historias individuales como la de Sultana Jaya, quien fue violada repetidamente por las fuerzas de ocupación marroquíes junto con su hermana Luaara mientras estaba bajo arresto domiciliario prolongado en 2021. Las hermanas decidieron hacerlo público, ayudando a romper el tabú de la violencia sexual.

“El caso de Sultana y Luaara es un ejemplo escalofriante del trato de Marruecos hacia las activistas pacíficas del Sáhara Occidental. Las autoras de este informe muestran cómo la rueda de la represión marroquí se intensifica hasta acabar con el arma de guerra más brutal: la violación”, dijo el profesor Mads Andenas (KC), que fue el representante legal internacional de las hermanas Jaya durante su largo arresto domiciliario y también es el ex presidente-relator del Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria, que emitió una opinión legal condenando a Marruecos por su trato a la familia Jaya. “Dado el patrón claro y sistemático de Marruecos de represión de los defensorxs de los derechos humanos en el Sáhara Occidental, la urgencia de que la comunidad internacional responda al llamado de las mujeres saharauis que sufren la ocupación es mayor que nunca”.

El informe se publica por las organizaciones NomadsHRC y el Comité Noruego de Apoyo al Sáhara Occidental, con el apoyo de la Asociación Internacional de Observación de los Derechos Humanos (AIODH) y Meedan.