Un puente invisible se eleva desde San Sebastián y sobrevuela cientos de kilómetros hasta el Desierto del Sáhara argelino, aterrizando a pie de pantalla de uno de los festivales de cine más singulares y remotos del mundo: FiSahara. Fundado en 2003, el Festival Internacional de cine del Sáhara combina proyecciones bajo las estrellas, cultura y Derechos Humanos en los campamentos de población refugiada saharaui. Gracias a la asistencia de cientos de cineastas, artistas, activistas, periodistas y personas solidarias de todo el mundo, así como a  su pertenencia a la Human Rights Film Network y otras redes de cultura y DDHH, ha visibilizado el largo conflicto del Sáhara Occidental.

 

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Este nexo solidario se forjó hace diez años con la firma de un hermanamiento entre el Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián y FiSahara durante la 58 edición de Zinemaldi. Desde entonces, tanto el festival de DDHH como Zinemaldi han acogido proyecciones y debates sobre el conflicto en el Sáhara Occidental, y el Ayuntamiento de Donosti ha apoyado a FiSahara y a la Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh, que ya ha formado a la primera generación de cineastas saharauis en los campamentos. En 2016, la alfombra roja de Zinemaldi voló hasta el campamento de Dajla y se desplegó sobre las dunas durante la XIII Edición de FiSahara.

Josemi Beltrán, jefe de programación del Festival de Cine y DDHH de San Sebastián, afirma que “el compromiso de nuestro ayuntamiento con este hermanamiento y nuestra colaboración con FiSahara es permanente, con proyecciones de temática saharaui en nuestra sección oficial y otras actividades que contribuyen a concienciar sobre la situación en el Sáhara Occidental.

Curtido en superar toda clase de dificultades, FiSahara se reinventa debido a la pandemia del coronavirus. Su 16 edición, con el lema Rompamos el silencio, ha sido postergada pero “el pueblo saharaui es un pueblo en resistencia permanente y ante las adversidades nos hacemos cada vez más resilientes”, según Abdulah Arabi, Delegado para España del Frente Polisario.

“Ante la imposibilidad de celebrar una edición con presencia internacional en los campamentos se están haciendo proyecciones itinerantes, un FiSahara Mini que acompañó el programa infantil Vacaciones en Paz y otras actividades formativas y de entretenimiento a través del cine”, asegura María Carrión, Directora ejecutiva de FiSahara. Ahora más que nunca es necesario romper el silencio sobre el Sáhara Occidental, la ocupación marroquí y la grave situación de derechos humanos en la que se encuentra el pueblo saharaui, así como la necesidad de que, tras 45 años, se celebre ya un referéndum de autodeterminación”.

(Publicado en el Diario del Festival de San Sebastián)