Cartel oficial de FiSahara 2013.

Nos plantamos en 2013 con el sabor agridulce de cumplir una década. Nunca hubiéramos deseado llegar a la X edición; no al menos con los campamentos de refugiadxs como escenario, en lugar de las playas del Sáhara Occidental que Marruecos, por aquel entonces, hacía ya 38 años que había arrebatado ilegalmente al pueblo saharaui. Sin embargo, la situación, lejos de mejorar, había empeorado y el festival se hacía más necesario que nunca. Abdulah Arabi, en aquel tiempo delegado del Frente Polisario para Madrid, fue contundente durante la rueda de presentación del FiSahara al denunciar que los distintos Gobiernos de España, independientemente de su color político, “sólo tienen en cuenta los intereses de Marruecos”, citando como ejemplo el acuerdo de pesca con el que ambos países “se reparten las riquezas de los territorios saharahuis”.

El concierto solidario Diez años de cine con el Sáhara fue todo un éxito.

Los azotes de la crisis continuaban haciéndose notar y si un año antes la familia FiSahara había arrimado el hombro, en 2013 y tratándose de la X edición no podía ser menos. Un mes antes del festival, que aquel año se pasó a octubre (también en Dajla), se organizó el concierto solidario Diez años de cine con el Sáhara, en la Sala Arena de Madrid, con la participación de Vetusta Moral, Coque Malla, Depedro, Amparo Sánchez, La M.O.D.A. y Carmen Boza… las entradas se agotaron en 24 horas como un buen presagio de una edición emblemática que cambiaría el rumbo del festival.

El público asistente durante la inauguración del festival (Josephine Douet)

Aunque llevaba más de un año realizando una intensa labor para FiSahara, 2013 fue la presentación oficial de una nueva incorporación al equipo: María Carrión que, como directora ejecutiva del festival traería al evento, no sólo una mayor internacionalización, sino un marcado enfoque de cine asociado a la defensa de los Derechos Humanos, estrechando lazos con festivales similares por todo el mundo. FiSahara comenzaría a convertirse así en un punto de encuentro, además del mundo de la cultura, de toda suerte de activistas internacionales.

Encuentro de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis con la prensa internacional (Josephine Douet).

La X edición de FiSahara estuvo especialmente dedicada a la mujer saharaui. Se trataba de un más que merecido homenaje al papel de la mujer, en una sociedad como la saharaui en la que su rol es básico, con un empoderamiento que más de una sociedad occidental aún hoy está lejos de alcanzar, tal y como hemos repasado en ediciones como la de 2007. Jadiyetu Mohtar, representante en España de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, aseguraba que las mujeres saharauis “no tenemos primaveras, llevamos 38 Primaveras Árabes sin que se nos vea, luchando contra la injusticia y reivindicando nuestro derecho: no podemos seguir viviendo en un campo de refugiadxs”.

Mohtar no podía ser más clara al afirmar que “tenemos que concienciar, tenemos que formar, tenemos que educar y tenemos que poner en aviso a las mujeres. Es nuestra forma de hacer política. A nivel colectivo eso no puede pasar, porque tenemos que luchar en ese sentido, no podemos permitir que se mermen nuestros derechos como ciudadanas. Como madrina de excepción para una FiSahara tan feminista, no pudimos contar con nadie mejor que Pilar Bardem, cuya relación con el pueblo saharaui se remontaba varias décadas atrás: “Llevo trabajando con el Sáhara 35 años. Los hijos [en relación a Carlos y Javier] deben haber heredado en los genes este amor”.

El papel de la mujer en los campamentos es esencial (Josephine Douet)

Así fue como arrancaría una X edición en FiSahara donde la cartelera ya revelaba el viraje del festival con largometrajes para todos los públicos (Lo imposible, Vida de Pi…), pero con una protagonismo especial de películas del mundo árabe (La fuente de las mujeres, Cinco cámaras rotas, Wadjda ‘la bicicleta verde’…), así como de las cada vez más numerosas obras realizadas en la Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh y películas  de temática saharaui (The runner, Separated, I exist…). Aquel año, además, habría pases especiales de Girl rising de Richard Robbins, La semilla de la verdad de Eztizen Miranda y Podrías ser tú de Miguel del Arco.

Cartelera de FiSahara 2013.

La película Mayibuye (Retorno al Sáhara Occidental), de la sudafricana Milly Moabi, fue la ganadora de la Camella Blanca aquella edición, con una meción especial para Cinco cámaras rotas, codirigida por el israelí Guy Davidi y el palestino Emad Burnat. Además, fueron premiadas las películas My Makhzen and me, del marroquí Nadir Bouhmouch -que como ya hiciera en 2009 la actriz marroquí Farah Hamed, hizo historia al acudir al festival-, y el primer largo de la escuela de cine del Sahara Abidin Kaid Saled (creada por FiSahara en 2011), Patria dividida.

Pallasos en Rebeldía, como ya hicieran en 2012, traerían de nuevo las risas a los campamentos (Josephine Douet)

Y tras los premios, la clausura del festival con el concierto de Tonino Carotone. Así concluiría el FiSahara más feminista, el de los diez años, que reveló a las mujeres saharauis “fundamentales en la construcción de las bases del estado saharaui democrático e igualitario que queremos construir en un futuro. Su insistencia en que todxs lxs niñxs estén escolarizadxs, en que lxs jóvenes se formen y en que no desesperen en la búsqueda de una solución no violenta del conflicto”, como indicaba Mohtar a eldiario.es.

¿Y lxs invitados e invitadas?, se preguntarán… esxs, merecen capítulo aparte…