Hacía ya siete años (2012) que se había licenciado la primera promoción de la EFA Abidin Kaid Saleh y el volumen de producciones saharauis iba en aumento. Si en la edición de 2018 la Escuela había vuelto a reinvindicarse por derecho propio, siendo capaz, prácticamente, de sacar adelante en solitario el festival, en 2019 no se desaprovechó la oportunidad para poner en valor la filmografía saharaui que se había creado desde entonces.
Hasta ocho cortometrajes se proyectaron en aquella ocasión, con títulos como El precio de la soltería de Nayat Ahmed Abdesalam, Mi sociedad de Aicha Babait, Futuro en mente de Tahar Muley Zein o Aspiraciones de Aicha Hmad, entre otros. El director y profesor de la Escuela Brahim Chagaf, que había sido parte de aquella primera promoción, relataba al diario 20 Minutos cómo el cine no sólo había sido para él su billete de salida del campamento de refugiadxs de Dajla, donde había nacido, sino también el de vuelta.
Así había llegado en 2016 a hacerse con la Camella Blanca en FiSahara codirigiendo Leyuad, un viaje al pozo de los versosy, en 2019 se había embarcado en un nuevo proyecto: un cortometraje en el que contaría, basándose en la historia de su propia madre, el papel fundamental que cumplieron las mujeres en la creación de los campamentos de refugiadxs saharauis. Brahim es la prueba viviente de la utilidad de la Escuela de Cine para que sean lxs mismxs saharauis «quienes escriban su historia y sean protagonistas sin intermediarios».
Una historia no sólo pasada, sino también presente, porque sólo en 2019, tal y como nos recordaba eldiario.es, 35 personas fueron expulsadas del Sáhara Occidental por parte de Marruecos, entre las que se encontraban desde periodistas y observadores a investigadores y abogados de diferentes nacionalidades (España, Italia, Dinamarca, Francia, China, Noruega…). Todo con el objetivo de ocultar las violaciones de DDHH que Marruecos comete impunemente. Así lo contaba el equipo de Equipe Media, presente en la XV edición de FiSahara no sólo a través de su campaña Heridas abiertas junto a Saharawi Voice – que recibió el Premio Especial a Producción Saharaui – sino con la presencia del activista y periodista ciudadano Brahim Laajiel.
Precisamente con Heridas Abiertas, Equipe Media y Saharawi Voice tratan de sensibilizar acerca de los desaparecidxs y sus familiares, que «sufren mucho porque no saben nada de ellxs, si están vivxs o si están muertxs, no les han entregado los cuerpos», según contaba a eldiario.es Ahmed Ettanji de Equipe Media. En este documental, además, también se incluía una entrevista con uno de los presos del campamento de Gdeim Izik que quedó en libertad.
La magia del cine y la fotografía se metió entre las dunas con las decenas de talleres de formación que se venían desarrollando desde los inicios de FiSahara y 2019 no fue una excepción. Además de de los maravillosos talleres de Interpretación y Expresión Corporal desarrollados por Grupo AMÁS en los Colegios de Educación Especial de los campamentos de Ausserd y Smara, también tuvo lugar uno de fotografía estenopeica impartido por la Plataforma Saguía El Hamra, esto es, la técnica con la que es posible obtener fotografías y negativos sin prácticamente ningún equipo, algo que en mitad del desierto del Sáhara sin duda se agradece.