FiSahara nunca ha perdido uno de sus valores fundamentales, que es la formación, y precisamente por ello FiSahara 2015 volvió a ser una edición en la que los talleres brillaron con luz propia. Al de rap ayer mecionado a cargo de Yslem y compañía, se sumaron otros que repetían como el de animación de videojuego a cargo del Colectivo Zaytoungang basado en Yarmouk, Siria (Palestina, Siria, Túnez, Reino Unido, España) o el de cortos para niños y niñas de la Asociación Cultural Canaria Gran Angular.

La actividad de talleres no cesó en FiSahara 2015 (Carlos Cazurro)

Repitió también en esta ocasión el de videoactivismo (Advocacy) y Derechos Humanos (DDHH), llevado a cabo por Nahla Mohaker, cineasta sudanesa y formadora audiovisual de WITNESS y Nadir Bouhmouch, cineasta marroquí, activista de DDHH y co-fundador de Guerrilla Cinema Collective. Con una audiencia compuesta por videoactivistas y defensoxs de DDHH del Sáhara Occidental ocupado, estudiantes de la Escuela de Cine Abidin Kaid Saleh y representantes de colectivos sociales de los campamentos, ambos realizadores se centraron en el desarrollo de las herramientas audiovisuales necesarias para documentar, informar y denunciar violaciones de DDHH.

Alumnas del taller de Cineastas del Desierto se graban con sus móviles (Carlos Cazurro)

Llegaron también talleres nuevos, como el titulado Cineastas del Desierto, a cargo de Javier Allegue, profesor en el Master de Documental Creativo de la Universidad Autónoma de Barcelona, y Jara Velasco, psicóloga y formadora en equidad de género. Se trataba de un taller especialmente dirigido a mujeres sin conocimientos previos en técnicas audiovisuales para realizar sus propios cortometrajes utilizando teléfonos móviles. El objetivo era que estas cineastas de nuevo cuño pudieran contar sus propias historias para compartirlas, incluso, con sus familiares residentes en Territorios Ocupados.

Y si el año anterior David Riker, guionista estadounidense del documental nominado al Oscar Dirty Wars, y el profesor macedonio en el departamento de Cine de la Universidad de Nueva York Mitko Panov, impartieron una clase magistral, este año fue el turno para la directora Pamela Yates, y el productor Paco de Onis, cuyo esfuerzo conjunto se plasmó en la película ganadora de aquella XII edición: Granito de arena: Cómo atrapar a un dictador, sobre el proceso de genocidio en Guatemala de 1981-83.

Inauguración en Smara de la Conferencia de Cultura en los Campamentos de Refugiadxs

Mención muy especial tiene, además, la frenética actividad que tuvo el festival durante todo el año, más allá de la semana de proyecciones en Dajla. Ya desde el inicio del año, FiSahara participó en la Conferencia de Cultura en los Campamentos de Refugiadxs (Smara), recibiendo poco tiempo después la buena noticia de que Ahmed Omar, becado en la especialidad de Edición, se convertía en el primer alumno de la EFA Abidin Kaid Saleh graduado en  la escuela EICTV de San Antonio de los Baños (Cuba). El año no podía haber comenzado mejor y la buena racha continuaría, porque sería en mayo cuando FiSahara acompañó al colectivo Zaytoungang a recoger el Premio del Jurado en los galardones The Bobs – Best of Online Activism de Alemania por Zaytoun, the little refugee.

La causa saharaui continuaba extendiéndose por todo el mundo, con las conexiones realizadas por FiSahara contribuyendo a ello. Un ejemplo de esta capilaridad fue la participación de Aminetu Haidar y Hassana Aalia en el Foro Social de Rototom SunSplash, que aquel año patrocinó el taller de rap para niñxs y el concierto de clausura.

Brahim Chagaf y Hayetna Mohamed disfrutaron del apoyo de Bertha Foundation, el Colegio Mayor Chaminade y el ICM de Madrid para sus estudios de cine.

La recta final del año sería de auténtica locura, precipitándose las citas internacionales: como sucediera en 2014, en septiembre se presentó FiSahara  durante el  Festival Internacional de Cine de San Sebastián (Zinemaldia), proyectándose Life is Waiting de Iara Lee y Musawat de Darwin Dikó Cañas, además del making-off de FiSahara 2015, y los cortos realizados por elalumnado de la EFA Abidn Kaid Saleh, con presencia del alumno de la Escuela de Cine Brahim Chagaf, que junto con Hayetna Mohamed, estarían financiados por Bertha Foundation, con el apoyo del Colegio Mayor Chaminade y becados por el ICM de Madrid para estudiar el primer curso académico de cine cuyo inicio se produciría en octubre.

Cerraríamos 2015 con la asistencia a la reunión anual de Festivales de Cine y DDHH (HRFN), en el que se presentó el volumen 2 del manual Cómo organizar un festival de cine y DDHH, coeditado por FiSahara, que formaría parte de uno de sus capítulos y proporcionaría la foto de portada. FiSahara también participaría en el taller Impact Lab, sobre el impacto social de los festivales de cine y DDHH de Movies that Matter en el marco del Festival Internacional de Documentales de Amsterdam (IDFA).

FiSahara_Manifiesto artistas

 

Metidxs en diciembre, aún habría espacio para que FiSahara apoyara la campaña con el hashtag #JusticiaParaHaidala y se solidariza con  la huelga de hambre de su madre Takbar Haddi;  nos sumáramos al Esperanzah World Music Festival con un punto de información y sensibilización y participáramos en el festival Inconvenient Films de Vilnius (Lituania), donde el público asistente se enteró estupefacto de que su país era el segundo exportador de fosfatos del Sáhara Occidental, gracias a la proyección de Hijos de las Nubes, la última colonia de Álvaro Longoria y Javier Bardem, llegando a solicitarse explicaciones al titular de Exteriores. Un momento maravilloso, como lo fueron también el lleno en la sala para ver The Runner con Amaidan Salah o la amplia cobertura en medios lituanos.

Presentación del manifiesto con Javier Bardem, María Carrión, Pilar Bardem y Pepe Taboada (Sergio Rodríguez)

Y, aunque la presentacion tuvo lugar en octubre, hemos querido dejar para el final la presentación de un manifiesto firmado por 150 actorxs, periodistas y activistas (documento adjunto más arriba) pidiendo al Gobierno de España que utilizara la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU que ostentaba durante ese mes para completar la descolonización de los territorios saharauis, que ya llevaban 40 años ocupados ilegalmente por Marruecos. Y , una vez más, los Bardem se sumaron a la lucha y a esta petición a la que, desgraciadamente y faltando de nuevo a su responsabilidad,  el Gobierno español hizo caso omiso.